Objetivos

Métodos

Se anestesió a 80 ejemplares macho de perro beagle, de entre 18 y 36 meses de edad, para luego inyectarles con 200 a 250 mCi de 99mTc en un punto de baja resistencia eléctrica en la parte dorsal del metacarpo. Se hicieron varios tipos de experimento y los cortes cutáneos que no intersectaban el trayecto migratorio del 99mTc se hicieron antes o después de la inyección de 99mTc y en la extremidad contralateral o ipsilateral. En distintas experiencias, los cortes se suturaron tanto antes o después de la inyección de 99mTc. En ningún caso los cortes llegaron a menos de 1 cm. del trayecto por el que el isótopo es transportado.

En este estudio colaboraron investigadores de la Fundación Kovacs y de los departamentos de Medicina Nuclear del Hospital Clínico de Barcelona, de Ciencias Morfológicas de la Universidad Central de Barcelona (Facultad de Medicina) y de Cirugía Animal de la Universidad Autónoma de Barcelona (Facultad de Veterinaria).

El estudio fue íntegramente financiado por la Fundación Kovacs.

Resultados

Publicados en la revista European Radiology (Eur Radiol 2000;10:1019-1025), básicamente demuestran que el corte de la piel que no intersecta el trayecto por el que el isótopo es transportado no tiene efecto en su migración. El transporte se produce igual que en la piel sana, ya se realice el corte antes o después de la inyección y en la extremidad inyectada o en la contralateral.

Eso podría sugerir que el flujo de isótopo está rodeado por una pared que la aísla eléctricamente del resto del medio subcutáneo. Eso explicaría que cuando se corta la piel del entorno, pero no la situada sobre el trayecto de migración, éste siga eléctricamente aislado pese a que el tejido vecino haya perdido su aislamiento del medio exterior. Este hecho sería compatible con la hipótesis de que el transporte se verifica mediante un mecanismo similar al de la electroforesis capilar.